jueves, 14 de julio de 2011

115 Espera

Son las 3:42 de la noche. Estoy fuera del paritorio, completamente solo, cansado, con sueño y como si tuviese los ojos llenos de tierra. Una bombilla parpadea en el techo de esta sala marmórea. Nadie sale a decirme nada. Quiero entrar, estar con mi mujer pero lo único que me consuela, me distrae y me ocupa, es escribir este diario. Espero que me dejen pasar pronto. Quiero saber qué pasa o cómo va todo. Quiero acompañarla en su sufrimiento o qué quiera que esté viviendo ahora mismo a apenas 25 metros de mí.

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