jueves, 12 de septiembre de 2013

¡A POR ELLO!



Se dice que las mujeres tienen el mismo deseo sexual que los hombres, pero que por la cultura, se ha tapado más y que ellas no lo ponen tan de manifiesto, que son más discretas.
Se diga lo que se diga, no me parece que sea así, porque habiendo confianza dentro ya de una pareja estable y en una unión socialmente aceptada, apartados de la presión cultural y el que dirán, si hay ganas por parte de los dos, la acción sexual sería muy periódica (como parece que se da en la fase inicial de enamoramiento, en la que abunda la pasión y el deseo).
No parece que sea siempre el caso. Si por los hombres es, lo harían todos los días y dejado de lado las fanfarronerías, en cualquier conversación entre hombes podemos escuchar que no resulta así. Igualmente abundan los prostíbulos para hombres o las películas porno y la publicidad de la red sobre esta temática está más dirigida a los hombres. ¡Por algo será!
¿Pero qué pasa cuando la mujer tiene el objetivo de quedar embarazada? ¡Se pone a la tarea como nunca!. ¡Y qué bien se lo pasa uno en esta actividad sexual! Íntima, sin barreras. ¡Total! Se recupera esa pasión y actividad de novios recién enamorados. Logrado el objetivo, todo vuelve una vez más a su cauce. La actividad sexual cae en el ocasional y esporádico, y porque el varón insiste, sino, con el pretexto del embarazo... Llega el período de abstinencia. Y después... ¡La cuarentena! Y después... ¡Que el bebé te deje un momento de intimidad!
Dicen que el deseo sexual cambia, que cambian las prioridades, que la paternidad cubre ese interés. Yo tengo ganas, deseo y tiempo para ser padre y para querer disfrutar de las relaciones con mi mujer. ¡Y además también tengo tiempo para escribir mis sentimientos e inquietudes!
¡Quizá es porque soy muy organizado!

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