martes, 17 de enero de 2012

158 Cuarentón

La vida matrimonial parece algo completamente abandonado desde que la niña duerme con nosotros, sobre todo, tras la vuelta del viaje. Esto parece ya una cuarentena inacabable. Casi ni me la encuentro del poco uso que se le da. No me imaginaba que ese trozo de carne pudiese reducirse tan pronto. Quizá como ya ha cumplido su cometido de engendrar vida, ya está en decadencia.

Como se dice popularmente: “follas menos que un casao”. Ciertamente para mí este es el único problema que suele turbar mi vida en los últimos tiempos. Soy así de animal, básico, instintivo, quizá con mayor proximidad a los primates que a los seres humanos. Es como si tuviese la certeza de que en este sentido, la virilidad pronto empezará a experimentar su decadencia con la edad y por ello quisiese aprovecharla al máximo, disfrutando de todo el placer posible ahora que más o menos tengo la oportunidad.

1 comentario:

  1. Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!

    ResponderEliminar