Resulta curioso
el morbo de la gente, porque cuando tras las vacaciones de verano, mi mujer ha
ido diciendo a sus compañeras que estaba embarazada, lo primero que le han
preguntado todas es si se trata de un embarazo deseado o ha sido un desliz.
Hacer esta pregunta de este modo, también puede resultar un tanto descarado u
ofensivo; contestar a ella con sinceridad, depende mucho de la confianza en las
otras personas y no creo que a veces se tenga tanta para decirlo tan
abiertamente a muchas de ellas, que siempre son tan proclives a los chismorreos.
De todos modos, la pregunta también alude un poco a una irresponsabilidad
sexual adolescente, aunque tal vez esto también pasa mucho entre los adultos.
¿Por qué será? Parece ser que la atracción sexual tiene más poder que la
voluntad y la responsabilidad.
Tener hijos, por
unos motivos u otros, no siempre ha sido fácil; a lo largo de la historia de la
humanidad, ha habido crisis, guerras o situaciones familiares complejas, que
aún así y todo, han sido sorteadas y como valientes o atrevidos, la gente ha
ido aventurándose a tener hijos. En la mayoría de los casos, de forma
intencionada; en algunos otros, realmente por un desliz ante una práctica
arriesgada sin las precauciones necesarias. Pero traer hijos al mundo, aunque
es fácil, también exige mucha responsabilidad para, en ocasiones, hacerlo tan a
la ligera.
En nuestro caso,
como en el de mucha otra gente, se tenga o no el valor de decirlo abiertamente,
también podría haberse dado el caso del desliz, pero aunque lamentamos
decepcionar al morbo de la gente, hemos querido y decidido ser padres
nuevamente, con lo que ello implica en estos otros tiempos difíciles.
Estamos disfrutando mucho de la experiencia
anterior y queremos repetir.
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