Hay días en los que especialmente se notan más los movimientos del bebé. Es sorprendente sentir esa vida que se está gestando, de la que somos partícipes y con la que poco a poco vamos creando ese vínculo de unión.
Con el fonendoscopio hemos podido oír sus latidos y movimientos, alimentando también esas ilusiones de paternidad. Es increíble ver cómo responde a nuestro movimiento, caricias o presión del fonendoscopio, no sólo se nota con el tacto, sino que también podemos apreciar sus movimientos a simple vista. Por el momento, preferimos que sea una niña activa. Más adelante ya veremos. Eso sí, a ambos nos gustan los niños, aunque siempre hemos interactuado con niños un tanto mayores o autónomos. Ahora pronto tendremos que aprender a tratar con bebés y además, este será "carne de nuestra carne".
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste es un comentario de prueba para administrar y censurar posibles comentarios de personas que no tienen nada mejor que hacer que dejar comentarios anonimos fruto de su pobre lucidez intelectual, aliñada con dosis de ignorancia, incultura y faltas de ortografía
ResponderEliminar