A lo largo de esta semana, hemos ido viendo la ecografía con familiares y amigos, entregando una copia de la cara de la niña en tres dimensiones. Algunos se han quedado unos instantes sin ver nada, hasta que les hemos hecho ver lo que se podía distinguir en la ecografía.
Resulta curioso que la gente ya diga si se parece al padre o a la madre. Que si tiene tus mofletes, que si la nariz se parece a la de..., que si los pies son iguales que los de...
¡No sé porqué tantos deseos de encontrarle el parecido a alguien!. Lo cierto es que un hijo sale de la combinación de factores diferentes, tanto del padre como de la madre. Es lógico que pueda parecerse a alguien de los dos, pero también puede resultar que de esa combinación, no sea así. ¿Qué importa si se parece al padre o a la madre?.
Resulta curioso que también nada más nacer ya se le esté buscando el parecido con uno o con otro. ¡Con lo que puede cambiar según crezca!. Pero lo curioso de todo, es que podemos toparnos con un niño y unas personas encontrarle el parecido al padre y otro a la madre. Eso denota cuan subjetiva es la percepción humana y quizá entren en juego factores de afinidad entre las personas y estados anímicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario