domingo, 24 de julio de 2011

128 ¡Queremos dormir

La niña se porta muy bien por las noches. Claro que las pasa al igual que por el día: de brazos en brazos, pegadita a nuestro cuerpo. No llora si no es porque tiene hambre o le duele algo, pero claro, hay que darle alimento, hay que hacer que eructe o estimularle el movimiento intestinal para que saque los gases, hay que cambiarla y como buen marido, también he de ayudar a mi mujer: si necesita agua, una almohada más o ir al aseo o descansar un poco. Así es que ya hace días que no sabemos lo que es dormir una noche de tirón. Vamos arrastrando el sueño durante el día, por lo que nos vemos obligados a ir dormitando a lo largo del día. Así pasan las horas como en una madriguera de animalillos: todos agazapados durante el día y levantándonos únicamente a cubrir nuestras necesidades.
"¡Eso es ser padre y no ha hecho más que empezar!" Dicen algunos con una sonrisilla picarona.

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